FENOMENO? o CANSANCIO?

Las dos cosas. En Mansilla se está dando por estos tiempos un fenómeno sin precedentes en su historia, cual es el de aunar, más allá de las genuinas diferencias conceptuales y dogmaticas que los distinguen, a dos facciones políticas historicamente antagónicas, el radicalismo y el justicialismo. Esto es la rama del peronismo (justicialismo o como se la quiera llamar, aunque prefiero la de peronismo ya que habría que analizar si realmente hacen justicia-lismo), que se escinde despues de la interna que lo consagra a Orué y que es, hoy por hoy, lo mejor de ése movimiento; los mejores hombres y mujeres. Y por el otro, un radicalismo que pareció desaparecido despues de la derrota del 2003 y que resurge por estos días con un brío y un estusiasmo comparables a aquellos primeros del 83. Qué los une? Por supuesto que el deseo fundado e incuestionable, necesario, de desplazar a Orué de la intendencia. Sus máximos referentes, Casanovas por la UCR y Damián Rostán por el peronismo solanista son personas intachables, hombres de su trabajo que no le deben a la política absolutamente nada, en el caso de Casanovas hasta sinsabores, y que se perfilan bajo banderas de honestidad y transparencia, algo que el gobierno comunal actual no puede exhibir de ninguna forma atento a todo lo que todo el mundo sabe. Mansilla no solo no ha crecido ni progresado bajo su mandato si no que muestra un deterioro institucional sin precedentes, una indiferencia hacia lo social casi asesina, una corrupción solapada y no tanto que no admite negación, un 'amiguismo' descarado y provocador y una impunidad que nuestro pueblo no quiere ni debe admitir más. Por un lado el fenómeno de la unión de adversarios políticos para desterrar a quién solo ha hecho daño económica, moral, social y civicamente a Mansilla desde que la pisó por primera vez. Y por el otro el cansancio al que este sujeto nos ha llevado con su inescrupulosa actitud al frente del Municipio. Hoy la tarea de todo mansillense de bien que se atenga a las pruebas, a lo que está documentado, a lo que se sabe y a lo que se ve, tiene, debe tener, un solo objetivo: multiplicar los votos para que Orué se vaya. Nosotros no nos merecemos gobernantes que luzcan una indiferencia tan inescrupulosa y amoral hacia los vecinos, importando de afuera gente como si entre nosotros no hubiera gente idónea. No nos merecemos un jefe comunal que use el gobierno de turno para perpetuarse en el poder o para favorecer amigos y parientes. Mansilla se debe y merece gobernantes que bajo administraciones honestas, como lo fueron todas las radicales durante 20 años, eficientes y gobernando para todos, promuevan el progreso y el bienestar para todo el pueblo. PARA LOS RADICALES CASANOVAS Y SU CONCEJO SON LA RESPUESTA.
Mansillense, piense y vote con la cabeza. No le ponga precio a su voto, ejerza su soberanía intelectual dentro del cuarto oscuro. No tema y transformemos la historia.

Leandro Larralde

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