EL PODER DE LA CALLE

Por Mariano Grondona.
Especial para lanacion.com


… La alocada ambición de Néstor Kirchner alteró radicalmente nuestro esquema de poder desde 2003, cuando por seis años exaltó fuera de toda medida a la Casa Rosada por encima del Congreso y de la Corte Suprema, aliándose en cambio al poder sindical de Hugo Moyano que aún le sirve de sustento. Hasta el 28 de junio de este año, la gravitación de Kirchner consistía en la exaltación de dos poderes, el Ejecutivo y el sindical, en la sumisión de los poderes Legislativo y Judicial y en la destrucción de las Fuerzas Armadas.
El 28 de junio de este año, y con un sentido adverso a Kirchner, volvió a escena el poder electoral. Diversos signos como la prisión del sindicalista Juan José Zanola, acusado del más horrible de los crímenes que es la venta de remedios falsos a enfermos terminales, mostraron el posible retorno del Poder Judicial contra la corrupción sindical que se atribuye a Moyano y los suyos. El jueves 3 pasado, el Congreso volvió a su lugar.
Privado de la acumulación de poderes que había logrado hasta 2009, Kirchner pretende aferrarse ahora a los pocos poderes que le quedan. Por eso quiso lanzar a las calles a sus masas clientelares para recuperar, al menos, el poder de la calle. ¿Lo está logrando? La pregunta es válida porque, también atraídas por la "caja" que aún retiene el ex presidente, otras masas igualmente hambrientas por el angustioso aumento de la pobreza se han lanzado a las calles pero ya no alineadas con Kirchner sino contra él. Por un camino o por el otro, ¿vuelve entonces el país al orden republicano de los tres poderes?